Cuando la primavera está en pleno apogeo, los días son más largos y el clima más agradable. Lo único que quieres hacer es aprovechar cada oportunidad. Pero lo único que realmente quieres hacer es quedarte en casa.
No es raro experimentar fatiga en primavera. Después de la hibernación, nuestro cuerpo pasa por algunos cambios fisiológicos. Al tratar de seguir el ritmo de los cambios de estación, puede desorientarse un poco.
A continuación te explicamos por qué podrías sentirte cansado entre temporadas y qué puedes hacer al respecto:
Dulce luz de la mañana
La primavera trae mañanas más tempranas y brillantes. Nuestro cerebro interpreta la luz del sol como nuestra llamada de atención y, a menudo, mucho antes de que suene la alarma real. Como resultado, no duerme lo suficiente.
Como hacer frente
Intente cerrar las cortinas o usar una máscara para dormir para no despertarse antes de la hora. De esta manera, tu sueño no se verá perturbado.
Aunque muchas personas prefieren despertarse en una habitación iluminada por el sol, se ha demostrado que dormir en la oscuridad protege la calidad del sueño. La falta de luz estimula la producción de una hormona llamada melatonina, que controla nuestro ciclo de sueño-vigilia y que, como beneficio adicional, ayuda a prevenir las arrugas y ralentizar el proceso de envejecimiento.
Primaverasobre la recuperación
Durante el invierno, podemos tener escasez de ciertas hormonas y sobreestimulación de otras. Normalmente nos falta serotonina y dopamina, hormonas de la felicidad y la motivación, debido a la falta de luz solar y de movimiento. Al mismo tiempo, nuestro cuerpo produce más cortisol (la hormona del estrés) para protegernos de las amenazas externas durante el invierno.
Por eso, al final del invierno, a menudo nos sentimos cansados y tenemos que luchar contra el síndrome de fatiga primaveral junto con sus síntomas. Para volver al juego, nuestro cuerpo necesita fortalecer nuestros debilitados mecanismos de defensa.
Como hacer frente
Reducir los niveles de estrés. Dedica más tiempo a hacer las cosas que disfrutas para mejorar tu estado de ánimo y estimular tu hormona de la felicidad.
Las duchas de contraste fortalecen tu sistema inmunológico haciendo que tu cuerpo sea más inmune a los cambios de temperatura.
Para compensar la falta de vitamina D, realice largas caminatas y realice actividades al aire libre y haga ejercicio durante el día.
No te expongas demasiado al frío. Cuando hace sol afuera, querrás quitarte el abrigo inmediatamente, si no antes. Pero no caigas en este truco. El sol primaveral puede ser bastante engañoso y no tan cálido.
Vitamina falta
Cuando cambian las estaciones, nuestro cuerpo suele sufrir determinadas deficiencias vitamínicas. Esto sucede porque normalmente no consumimos suficientes frutas y verduras frescas en invierno. La falta de estas vitaminas puede provocar fatiga crónica a mediados de la primavera.
Como hacer frente
Añade frutas y verduras frescas a tus comidas.
Algunas personas añaden suplementos biológicamente activos a sus alimentos. Todo es bueno y a veces necesario. Pero, para ser honesto, es mucho más saludable ceñirse a los alimentos naturales y equilibrar adecuadamente la dieta.
Si cree que su cuerpo aún no está recibiendo suficientes vitaminas, intente hablar con un nutricionista que pueda crear un plan de alimentación personalizado para usted.
Tan poco tiempo, tanto que hacer
Estamos intentando hacer tantas cosas como sea posible en estos días más cálidos y largos. Nuestro subconsciente nos dice que tengamos más energía porque - bueno - es primavera, aunque el cuerpo muchas veces se resiste porque necesita un poco más de tiempo para reajustarse.
Como hacer frente
Para mantener tu mente y tu cuerpo sincronizados, sigue tu horario habitual. Distribuye sabiamente tus actividades a lo largo del día para no agotar las reservas de tu cuerpo.
No tomes decisiones precipitadas para dormir menos. La regulación de los ciclos de sueño-vigilia no se produce de la noche a la mañana.
No descuides el descanso después de sentirte cansado. Tómese 20 minutos durante el día si es posible.
Para una transición fluida entre estaciones, es aconsejable no cambiar drásticamente tus hábitos y horarios, comer sano, no olvidar nunca reducir el ritmo de vez en cuando y recargar las pilas. De esta forma, acabarás más rápido con el cansancio primaveral.